IDOIA GOIKOETXEA GÓMEZ

Recuerda las primeras visitas a la cárcel para ver a su sobrino Jokin, en las que sus familiares tuvieron que aprender cómo era el funcionamiento carcelario. Jokin pidió permiso para hablar con Idoia por teléfono y eso para ella fue magnífico por poder saber cómo estaba. Recuerda la primera visita a la cárcel, que eran muy tristes, y en las que ella intentaba animar a Jokin a seguir para adelante. Tiene en mente los viajes que hacían para ir y volver a la cárcel de Extremera, en los que recorrían 896 kilómetros.