IÑAKI ABAD OLEA

Cuando llegaron a la Audiencia Nacional en aquel noviembre de 2016, los llevaron a los calabozos y en todo momento mantuvieron separados a todas las personas detenidas. Iñaki no tuvo contacto con su abogada y dice que les recomendaron no hablar con la Guardia Civil, pero sí comentar el nombre de su abogada. Solo nombró a Amaia Izko, su abogada, en el camino a Madrid y recuerda la respuesta vacilona de algunos agentes. Su primer contacto con Amaia fue justo antes de entrar a declarar porque antes no le dejaron hablar con ella y una de las pocas indicaciones que le pudo dar es que solo contestase a ella y a la jueza, Carmen Lamela. Amaia aprovechó los pocos minutos que tuvo con Iñaki y le comentó algunas cosas, advirtiéndole también de que la situación se estaba poniendo muy seria.