NEKANE ORTIGOSA MUJIKA

La comunicación en la cárcel al principio costó un poco, aunque Nekane comenta que poco a poco se fueron habituando a ese sistema de comunicación. Como solo podían ser de cinco minutos, explica que comenzaban la conversación comentando las cuestiones más urgentes y después hablaban más distendidamente. Nekane denomina lo que hizo la prensa en estos momentos como «una auténtica caza de brujas», ya que prejuzgaron a sus hijos como agresores sin contrastar ninguna información.