IÑAKI ABAD OLEA

Durante el viaje a Madrid tras la detención de noviembre de 2016 Iñaki se sintió como un “saco de patatas”. Lo montaron en el asiento trasero del coche y describe que pasó a ser un objeto a merced de los agentes. No sabía a dónde lo llevaban hasta que le comunicaron que lo llevaban a la Comandancia de la Guardia Civil en Tres Cantos. En los calabozos fue donde se juntó con el resto de los detenidos. Recuerda que, cuando llegó, había un pasillo con una cristalera y muchos agentes con pasamontañas y ordenadores. Para mear tenían que pedir permiso y un agente le acompañaba. Cree que, de la tensión y el cansancio, se quedó dormido en el calabozo. Estuvieron un tiempo en el calabozo hasta que los trasladaron a la Audiencia Nacional.