Entre el mes de octubre y noviembre Iñaki todavía vivía la situación como ajena, porque él todavía no estaba dentro del proceso. Recuerda un día que el Ayuntamiento hizo un pleno y declaraciones públicas y que el jardín del Ayuntamiento estaba lleno de medios de comunicación, Iñaki pasaba por allí y lo veía como algo ajeno que nada tenía que ver con él. Cuando le avisaron que en la denuncia constaba su DNI, empezó a darse cuenta de que las personas implicadas tenían que juntarse e ir a un abogado a Pamplona para declarar voluntariamente.