JOSÉ LUIS GALÁN MARTÍN

Con las abogadas de Pamplona había una fluida relación, así como con los compañeros de Madrid. Lo primero que se encontraron fue con una actitud de la Sala de “enfrentamiento”. José Luis había defendido anteriormente otros casos juzgados bajo el término de “terrorismo” en la Audiencia Nacional, pero jamás se había encontrado con tal enfrentamiento del Tribunal y, sobre todo, por parte de la presidenta doña Concepción Espejel y la instructora doña Carmen Lamela. Destaca que ambas han accedido a puestos de responsabilidad superior después de este caso y comenta varios hechos sobre la fase de instrucción de la causa. Creyeron que la magistrada no podía ser imparcial desde un puesto de vista objetivo porque era una causa imputada por parte de los servicios de información de la Guardia Civil, que defendía que ciertas organizaciones juveniles navarras estaban hostigando a la Guardia Civil y sus familiares. Concepción Espejel estaba casada en aquel momento con un miembro de la Guardia Civil y, además, tanto Espejel como Lamela, habían recibido una medalla al mérito policial y de la Guardia Civil. Presentaron una recusación por ello que se inadmitió, explica que desde el principio se rechazó y no la tramitaron.