Cuando comenzaron las detenciones, la gente de su entorno jamás pensó que Iñaki acabaría entrando a la cárcel. Comenta que la noche del altercado la Policía Foral le pidió el DNI para identificarlo. Después, además de los dos detenidos, se comenzó a decir que había más personas denunciadas e Iñaki ya sospechaba que su nombre podría estar por ahí. Explica que la familia y sus compañeras de trabajo no pensaron que entraría en la cárcel.