KOLDO ARNANZ ZUFIAURRE

Era el año 2016 y acababan de pasar las ferias de Alsasua. En aquel momento, su hijo Oihan estaba estudiando en Vitoria/Gasteiz y tanto él como su pareja Maite estaban trabajando, llevando una vida que él denomina como «normal». Aquella mañana en la que se produjeron las detenciones, Oihan lo llamó comentando que había gente que lo estaba siguiendo y Koldo le recomendó coger el autobús para ir a su centro escolar como todos los días y que, cuando llegara a Gasteiz, fuera lo más rápido posible al centro escolar para que, si pasaba algo, hubiera testigos, algo que se le ocurrió en ese momento. Los días previos Oihan le había comentado que notaba movimiento por el pueblo y que se sentía controlado, pero no le dieron mayor importancia. Los días previos varios jóvenes habían ido a la Audiencia Provincial de Navarra cuando vieron en prensa, donde se publicaron varios nombres, que iba a haber detenciones y explica que les cogieron los teléfonos para hacer la declaración pertinente porque la jueza no estaba de guardia en ese momento.