IÑAKI ABAD OLEA
Oihan e Iñaki se conocieron realmente al compartir celda y la diferencia de edad no influía en su relación. Cuenta que los padres de Oihan estaban tranquilos de saber que su hijo estaba con Iñaki. No recuerda cual fue la primera visita que recibió, pero describe la sala de visitas, unas habitaciones de cristal con otro cristal en medio y dice que las comunicaciones estaban intervenidas. La sensación que tenía era aparentar que la situación estaba bien por hacerse los fuertes, mientras que sus familiares habían hecho horas de viajes y tenían mil emociones. En el momento de las visitas se mantenía fuerte, pero al salir se echaba a llorar.